Ricotta casera

Por suerte me gusta la cocina porque si no no podría comer casi nada. Mi economía no me permite comprar por internet muchos de los productos que existen sin lactosa y, lamentablemente, en nuestros supermercados no encontramos ni la mitad de las cosas que podemos ver en las tiendas online. Así que no me queda otra que espabilarme para conseguir adaptar mis recetas.

La Ricotta (o requesón) es un producto lácteo (similar al queso) muy utilizado en la cocina italiana tanto en postres como en recetas saladas. A mí me encanta y después de haber experimentado con algunos quesos veganos me decidí a hacérmela yo misma porque a cual peor!!! Al menos lo que yo intento es conseguir un sabor lo más parecido posible a lo que conozco, y lamentablemente, en la cocina vegana, algunos productos que puedes comprar no tienen ni el más mínimo parecido. No es que estén malos pero no es lo que busco en la mayoría de los casos, sobretodo cuando intento sustituir algo que llevo años comiendo, como es el caso de los quesos (mi próximo experimento será la mozzarella…)

Como os explicaré más adelante, con esta misma receta (y unos mínimos cambios) podemos tener una deliciosa ricotta casera, un queso cremoso para untar o un exquisito mascarpone… 3 en uno!!! Además os aseguro que más fácil imposible… Simplemente se trata de extraer el suero de la leche con un medio ácido, que puede ser limón o vinagre. Yo prefiero el vinagre porque el limón le da un pelín de sabor y no es lo que yo quiero. Eso sí… necesitaremos un termómetro de cocina!!! Creo que es un utensilio básico en la cocina si nos gusta cocinar, yo lo utilizo muchísimo, y no es nada caro…

La fórmula es muy sencilla de recordar: por cada litro de leche necesitamos 30 gr. de vinagre de vino blanco, es decir, un 3%.

Además, si lo queremos más cremoso solo tenemos que sustituir una cuarta parte de la leche por nata para montar (por suerte también la tenemos sin lactosa en casi todos los supermercados). Y si queremos hacer mascarpone utilizaremos única y exclusivamente la nata para montar (pero al precio al que va la nata sin lactosa imagino que sale más a cuenta pagar los gastos de envío y comprarla en una tienda online, pero aquí lo dejo…). Se trata de experimentar… podéis experimentar con las cantidades de leche y nata, siempre utilizando un 3% del total en vinagre. Yo os dejo las proporciones que a mí me han gustado más…

Os recomiendo hacer cantidad porque una vez que te pones ya la tienes, y aunque en la nevera nos aguanta unos 4 o 5 días máximo, la podemos congelar. Yo hago porciones pequeñitas para poder ir sacando en función de la que necesite. Queda perfecta al descongelar.

Qué necesitamos:

• 1,5 l. de leche sin lactosa (kaiku)
• 500 ml. de nata para montar sin lactosa (kaiku)
• 60 gr. de vinagre de vino blanco.

Como la vamos a hacer:

1. Mezclamos la leche con la nata y la llevamos a fuego medio (en la vitro al 5). Nos preparamos el vinagre en un vasito para tenerlo listo cuando llegue el momento.

2. Cuando la temperatura llegue a los 85º, apagamos el fuego y añadimos el vinagre, poco a poco. Removemos con una cuchara de madera tan solo lo justo para integrarlo y lo retiramos del fuego.

3. Debemos dejarlo reposar aproximadamente media horita SIN MOVER ni tocar para nada. Pasada la media horita veremos que se ha cortado toda la leche y tenemos la ricotta en la superficie y el suero en el fondo.

4. Preparamos un colador forrado con gasa o muselina sobre un bol. . Lo vertemos sobre la muselina y dejamos que se vaya escurriendo todo el suero durante al menos dos horitas. Podemos apretar un poco con una cuchara al principio para «ayudarle» a drenar un poquito.

5. Este paso es opcional ya que si queremos la podríamos utilizar ya, pero a mí me gusta dejarla toda la noche escurriendo en la nevera. Para eso la cierro por arriba con la misma gasa, apretándola bien y la meto dentro de la nevera toda la noche.

6. Si queremos obtener un delicioso queso cremoso de untar solo tenemos que triturarlo con la túrmix añadiendo una cucharada sopera del suero obtenido!!!! Veréis que rico y cremoso queda…

Eso es todo… ya tenemos nuestra deliciosa ricotta casera!!!!

Nota: Ni se os ocurra tirar el suero obtenido… podéis congelarlo y nos sirve para añadirlo a nuestros bizcochos (o al pan por supuesto) por ejemplo y que nos queden más esponjosos. Estoy segura que habréis oído hablar de la falsa «buttermilk» no?? Pues nosotros tendremos un auténtico suero de leche para sustituirlo en las recetas que lleven leche…

Si quieres puedes descargarte la ficha imprimible que he preparado con esta receta pinchando en la imagen…